Primera preboda del año y sinceramente me vuelvo a sentir afortunado por trabajar con gente tan agradable. Otra vez más me toca disfrutar de este maravilloso trabajo rodeado de personas a las que, en un par de horas, has conseguido tenerles un cariño especial. Dejarse fotografiar va más allá de ponerse frente a una cámara. De alguna forma hay que desnudarse sentimentalmente para llegar a esa bella imagen que transmita. Y tengo muy claro que ésto sólo se hace si quien se pone frente a la cámara, te lo permite. Gracias Yurena y Félix por ser como son, por elegirme como fotógrafo y por la sensacional tarde que pasamos...
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